Todo los años, a estas horas, cuando todos duermen, empiezo a preparar la gymkana, que con ilusión mañana mis hijos esperan, y que me han pedido por favor que este año no les haga salir en pijama a la calle. Pero antes de nada voy a escribir mi carta:
Queridos Reyes Magos, hoy es una noche muy especial. Las navidades para mí han perdido algo del sentido que tenían para mí cuando era pequeña, ya que, no entiendo que la bondad, ilusión, amor y paz la concentremos sólo en estos días. Pero aquí empieza mi nuevo año, y aprovecho esta carta y la magia que siempre he vivido en este día para no dejar de sentirla, y lo hago con lo que más me gusta hacer en la vida, que es escribir. Mi refugio y mi meditación. Este año ha sido muy especial, ya que hace 10 años que empezó todo lo que voy a contar. Empezó mi decisión por ser madre adoptiva, y justo el día 5 de enero cogí los papeles para empezar a tramitar la adopción. Tres semanas después, justo el 1 de febrero, que cumplía 25 años, la edad que necesitas tener para tramitar este proceso, eché los papeles que nos cambiarían la vida para siempre. Benditos papeles. Pues en ese momento empecé un blog “adopción de hermanos en Rusia” y ese fue otro comienzo. Un blog que empecé a modo de diario íntimo, y sin intención alguna. Estas palabras llegaron a los corazones de miles de familias, repartidas por todo el mundo. Fue esto lo que me hizo conducir mi camino a trabajar con las familias día a día, y llegar a ser ahora quien soy. Es increíble como una decisión te puede cambiar la vida. Ahora soy la presidenta de AAPE, Asociación adopción punto de encuentro, organización que llevo mano a mano con mi compañera Mercedes Moya, otra madre, mujer y profesional que trabaja incansablemente por la adopción. Trabajar junto a ella es un honor. Este año hemos escrito juntas el libro de “compartiendo lo prendido. Desechando los prejuicios sobre adopción y acogimiento” del cual me siento especialmente orgullosa, y que hace ocho años me hubiera encantado haber tenido en mis manos. Este año sólo pido que llegue a todas las aulas donde haya un niño adoptado o acogido, porque creo que es muy necesario. Por ellos, por las familias, por los maestros, profesionales y educadores que cada día trabajan y se preparan para que la adopción y el acogimiento sea lo que es, una diversidad que nos enriquece.