Seleccionar página

Carta a tus dieciséis cumpleaños.

SIEMPRE. Esta es la palabra que hizo que empezaras a quererme. “Siempre” es la palabra que te dio seguridad para dejar atrás tus fantasmas y abrir tu corazón herido para dejarse sanar. Lo que no sabías es que tú, vida mía, estabas sanando el mío. Y desde ese día que te dije que soy tu madre para siempre, se rompieron los muros que parecían infranqueables para amarnos como madre e hija. Y ahora te cuento como fue:

Pasaban los días, las semanas y seguíamos sin conectar, te sentías más tranquila y parecías más feliz en brazos de cualquier persona antes que en los míos. Por las noches no dormías, llorabas y te quedabas dormida del mismo cansancio. Mi corazón se partía en mil pedazos, porque no sabía como acercarme a ti, como conectar, como hacerte entender que yo era tu madre y que me dolía cada vez que te veía dormirte en el pecho de tu abuela y no en el mío. Tanto había pasado, tanto tiempo esperándote y ya que por fin la vida nos había unido, existía un muro altísimo que no me dejabas derribar. Hasta que llegó una conversación que me hizo entenderlo todo, vida mía.

Estabas llorando, muy nerviosa y empezaste a tirar todo cuanto había encima de tu escritorio. Te rodeé con mis brazos y empecé a besarte. Me arañabas los brazos y yo más te besaba. Y entonces me dijiste:

  • Mamá, tengo miedo.
  • Miedo a qué, cariño. Cuéntamelo. Confía en mí.
  • Mamá tengo mucho miedo porque se me está olvidando hablar en ruso.
  • Pero cariño, te estamos llevando a clases de ruso, y puedes practicar conmigo y así yo voy aprendiendo más.
  • Es que no quiero ir más a la academia de ruso.
  • Pero no me acabas de decir que tienes miedo a que se te olvide el ruso,
  • Tengo miedo a que devolváis al orfanato de Rusia y que se me olvide y no saber comunicarme con mis compañeros de allí.
  • Tesoro, jamás vas a volver al orfanato. No vas a volver a hablar con esos niños nunca más en tu vida. Mi vida esta es tu familia para SIEMPRE. Yo soy tu madre para SIEMPRE. Y SIEMPRE voy a estar a tu lado, esto es para toda la vida. SIEMPRE pase lo pase estaré contigo. Aunque me muera seguiré siendo tu madre y seguiré a tu lado en el corazón y en el recuerdo.
  • Mamá, pues entonces no quiero volver a hablar ruso.
  • Tranquila mi vida, no te hará falta volver a hablarlo.

Tus ojitos me miraban brillosos, me traspasaron el alma y con suspiros en tu pecho constantes nos abrazamos. Mi llanto era ahogado, pero en ese momento nuestra conexión se hizo posible, fuerte y para siempre.

Llegaste a mi vida con casi seis años. Nerviosa, asustada, con miedo a dejar de querer a tu madre biológica, con la que viviste tus primeros cuatro años de vida, la que te dio la vida. Tu único referente materno hasta entonces. La que vio tus ojitos abrirse por primera vez. La que cada diecinueve de diciembre la recuerdo y le hablo a luna para que le transmita tranquilidad. Con ella hablo cada año para contarle lo bonita que estás, la personita tan maravillosa que eres, los valores y el corazón grande y generoso que tienes. Eres tan especial Vika, que creo que aún no eres consciente de la fuerza que tienes y de que podrás llegar tan lejos como te lo propongas. La vida es una escalera, y tu primer escalón llegó el día que fuiste concebida. Ese día ya empezaste a luchar. Naciste y tuviste que luchar más aún para sobrevivir, y después la vida no te lo puso fácil y tu corazón se llenó de heridas. Ya llevas algunos peldaños subidos, unos más altos que otros. Pero sabes una cosa, eres una superviviente. Superaste todos los obstáculos. Eres una maestra de vida que me enseñas a querer ser mejor persona y a no rendirme jamás. Porque tu no te rendiste, no te rindes en el presente y ahora estando las dos juntas no hay que volver a tener miedo jamás. Ahora subiremos las escaleras juntas, mi mano te acompañará en más de un peldaño y en los que no pueda saltar a tu lado debes saber que estaré detrás, al lado o muy cerca, aunque no me veas. Porque nosotras somos para siempre.

Hace once años que nuestro hilo rojo nos unió. Hace once años que pudimos abrazarnos piel con piel, once años que empezamos a crecer juntas. Pero hace Dieciséis años, los que cumples hoy, que mi corazón ya te sentía. Naciste en mi corazón un día como hoy de hace dieciséis años. Eres mi niña valiente, por eso tu madre te llamó Victoria, porque venir a la vida fue una victoria. Somos madre e hija para SIEMPRE.

Tu madre que te adora con toda su alma. ¡Te quiero mi mariposa!

Pin It on Pinterest

Share This

Usamos cookies propias y de terceros que recogen datos de navegación. Si continúa navegando se considerará que acepta su uso. Más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar