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Los que me conocéis sabéis que mi año comienza el día en que nací. Ese es verdaderamente el año nuevo. Hoy es la noche más vieja del año. Nos reunimos para celebrar el año que entra y despedir con más o menos alegría 365 días que nos dejan cargados de momentos, experiencias y vivencias diversas. Hace unas horas estaba ingresada y con una cámara de aire con oxigeno y medicamentos para poder respirar. Con una bronquitis encima, he querido pensar cómo quiero despedir el 2019. Así será, y estos son mis propósitos para este año 2020 que va a comenzar.

Dentro de un rato me disfrazaré de Frozen para celebrar una noche temática rodeada de mis hijos y gente que nos quiere. Me siento agradecida porque la vida no es sencilla ni fácil, pero está llena de momentos y oportunidades que nos hacen crecer como personas. Y es ahí done quiero pararme antes de finalizar el año. Somos personas y todas las personas, por el hecho de serlo, tenemos el mismo derecho a tener las mismas oportunidades y herramientas para salir adelante en la vida. Pero el día en que naces, donde naces y cómo naces va a marcarte de por vida. Hoy voy a brindar por cada nacimiento, por cada día del año que ha traído al mundo personas que no llegamos a él por casualidad. Llegamos a este mundo con un propósito y por ello dejaremos huella en cada persona con la que estemos y vivamos. Entonces me pregunto: ¿Por qué etiquetamos? ¿Por qué hacemos daño? Si todos somos iguales, ¿Por qué nos destruimos? Pues vamos a brindar un por un 2020 sin etiquetas, donde la diversidad será su mayor riqueza y donde lo diferente no dará miedo. Brindemos por un año nuevo lleno de valores y que abandere el mayor de todos ellos, el RESPETO.  Brindaré dando gracias a la vida por haber nacido en Granada, en el seno de la familia Martín Titos, por tener una hermana única y unos padres que me han educado en esos valores. Gracias al año 1997 por hacer que Joaquín y yo nos habláramos por primera vez. Y sobre todo daré gracias al año 2010 por concederme la dicha tan inmensa de abrazar a mis hijos por primera vez. Gracias al 2004, año que vio nacer a mi hija mayor. Yo no pude abrazarla en aquel momento, pero a finales de ese año llegó al mundo un ser muy especial, que me llenaría la vida y me enseñaría cada día. Gracias a 2007 por traer a la vida a mi hijo pequeño. La vida tiene más alegría desde la primavera de este año.  No puedo agradecer a otros años tanto, porque también se han llevado a personas que necesitaba mucho a mi lado, y que han dejado una huella en mí imborrable y que vivirán por los restos de mis días conmigo, aunque ya no pueda abrazarlos. Gracias al 2019 y gracias a estos años vividos, por darme la oportunidad de seguir aquí y por permitirme crecer cerca de personas tan diversas y tan maravillosas cada día. Vamos a por miles de experiencias más de todo índole para seguir mi aprendizaje. Bienvenido 2020!!

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