Hoy vuelvo a acordarme de ti. Hoy es un día que comparto contigo desde hace diez años. Siempre, y siempre es una palabra eterna de que me vas a acompañar en estas celebraciones. Para mí es el día más importante de todos. Porque madre no sólo hay una. Como expliqué en otra carta que escribí en un día como hoy hace dos años:
[…]“El día de la madre para una madre adoptiva es diferente al resto de madres. Nosotras celebramos más aniversarios que ninguna madre. El día que vemos su foto por primera vez, el día que recibimos la llamada que cambia nuestra vida para siempre, el día en que abrazamos por primera vez a nuestr@ hij@, el día que un juez nos declara madre legalmente, el día que por fin llega con su hij@ a casa, el día su cumpleaños y el día de la madre. Estos dos últimos días son compartidos con otra mujer, la madre de sus hij@s.”[…]
SI SUPIERAS cómo han crecido nuestros niños. SI SUPIERAS lo bonitos que están.
María jugando por primera vez a hacer pompas con su hija Vika. Chitá, Rusia.
Vika es toda una mujer, a sus quince años es dulce, responsable, y con unos valores maravillosos. Tiene mucho genio y un timbre de voz potente pero le dura un minuto. Esa fuerza y genio es lo que la hará salir adelante en la vida. Tiene un amor por los animales que traspasa barreras. Es una niña muy creativa, ahora está con el típico rollo de las instagramer y su mundo de Journal, k-pop, doramas y aprendiendo a maquillarse. Le gusta que todo esté ordenado y en perfecta armonía. Entrar a su habitación es muy relajante. A mi no me gusta cómo se viste y ahora está empezando a maquillarse un poquito. Tiene un cuerpo precioso pero se empeña en ir con camisetas anchas y tallas de ropa tres veces más grande que ella. Todo tiene que ser de color negro, estilo coreano o por lo menos letras o símbolos K-pop. Sus ídolos musicales que tampoco me hacen mucha gracia porque la tiene demasiado absorbida. Nuestra hija necesita creer más en ella, sentirse segura de sí misma. Cada día le digo lo maravillosa que es en todos los sentidos. Ella me ilumina cada día con sus ojos. No puedo imaginarme ser madre si ella no fuera mi hija.
María dándole de comer por primera vez a su hijo Simón. Chitá, Rusia.
SI SUPIERAS cómo está Simón. Casi trece años, voz de hombre con gallos que van y viene. La carita de niño se ha esfumado para convertirse en un adolescente guapo a rabiar con unos ojos rasgados que te quitan el sentido. Tiene bastante sentido del humor y le encanta hacer bromas que yo no entiendo. Es muy ingenioso y muy trabajador. Tiene sus ideas claras. Es un fuera de serie con las tecnologías. Hace unos montajes en Tik-Tok que son asombrosos. Le gusta una música y una forma de vestir totalmente distintas a su hermana. Tampoco me gusta nada ni la música reguetonera ni cómo se viste. No entiendo que se ponga unos pantalones rabicortos, pegados, cadenas y camisetas del JD. Él cuanto más pegado vaya mejor. No existe otra tienda de ropa que no sea JD. Prefiere comprarse dos cosas y estar siempre vestido con los mismo antes que ponerse otra ropa que no sea de esa marca. Cuando lo veo salir de casa con los amigos parecen que van a regar tomates más que ir a jugar. Pero él en cambio se ve guapísimo así y lo dejo. Ya se verá en unos años en las fotos y me dirá que porqué lo dejaba salir así. Al contrario que su hermana, él más que ayudarlo con la autoestima hay que enseñarle a quejarse, a llorar, a no tener miedo. Es el salvador de nuestra perrita Luna. Está todo el día pendiente de ella para que no le pase nada. Es el pacificador de la familia. Si ve que nos empezamos a exaltar más de la cuenta de momento empieza a moderarnos para que la cosa no vaya a más. Su sonrisa es mi fuerza y mi energía. Si la vida fuera cosa de una y otra vez siempre escogería ser su madre y vivir mil veces el camino que me lleva a ellos.
SI SUPIERAS que son dos adolescentes diferentes. La adolescencia es sin duda la etapa más importante del ser humano. Es donde nos definimos. También en nuestros hijos es un momento de su desarrollo que hace que se hagan nuevas preguntas que aunque sean las mismas que se hacían cuando eran pequeños, el contexto y la forma de hacerlas son muy diferentes. Ahora ellos necesitan cerrar ese círculo de identidad. Estoy muy orgullosa de ellos. Por su tenacidad, su forma de afrontar los problemas y sobre todo la claridad de ideas y sentimientos que tiene con respecto a su historia. Algún día recibirás todas las cartas que te he escrito. Pero es una decisión que de momento no me pertenece a mí.
Hoy escribo desde una posición distinta a las otras veces. Ahora nos encontramos en un periodo que jamás pensábamos que íbamos a vivir. El confinamiento por el COVID-19. Nos ha venido de maravilla a toda la familia. Nos ha unido más aún. Creo que íbamos pasados de vueltas y teníamos que parar. La unión, las confidencias, los nuevos hábitos familiares que han venido para quedarse es la parte positiva de esta crisis.
Vika y Simón están saturados de tareas escolares. Es el primer año de instituto de Simón y el tercero de Vika. Pero se organizan maravillosamente y trabajan como nunca. Llegarán lejos en la vida. No me cabe duda alguna y no es amor de madre. En estos días donde estoy viéndolos y sintiéndolos las veinticuatro horas del día han hecho que esté muy segura de lo que escribo aquí.
Aquí dejo plasmadas unas fotos de cómo hemos celebrado este día. SI SUPIERAS. Ha estado lleno de creatividad y color. Al entrar en la terraza me he encontrada con unas preciosas y coloridas guirnaldas hechas a mano por Vika. Una de ellas eran banderas con las letras “Feliz día Mamá” Hemos disfrutado de un bizcocho exquisito que también ha preparado Vika junto con una infusión que sabía a gloria. Simón ha pintado un cuadro para mí de una cabaña en un bosque con dos árboles que al verlo me he quedado sin respiración. Ese cuadro que ha pintado lo había visto en sueños muchas veces. Pienso en ese lugar cada vez que necesito escaparme del estrés. La conexión que tengo con mis hijos es muy grande.
Cuando me han abrazado y me han dicho las cuatro letras mas hermosas del mundo MAMÁ, he sentido una felicidad tan grande que como cada año he cerrado los ojos, respirado hondo y en silencio he intentado que te llegue un trocito de esta felicidad.
Feliz día de la madre.
María Martín Titos